pero en la oscuridad, tu sombra me acompaña.
No escucho tu voz desde hace siglos
pero un susurro viene a mis oidos de vez en cuando.
Veo a través de tu aliento reflejado en la ventana
una tarde lluviosa.
Eres un fantasma que recorre los rincones de mi mente,
juegas por los pasillos de los recuerdos.
Asciendes las escaleras de mis anhelos
y te bañas en el pozo de mis deseos.
A veces siento un escalofrío recorrer mi espalda
y sé que te encuentras allí.
Miro tu reflejo en el espejo del salón
y te encuentro en el reflejo de mis ojos.
Escucho tu risa flotando en el parque
y la persigo.
Me lleva por rincones olvidados,
lugares perdidos detrás del muro de mi amnesia.
Te miré cortar flores
en el jardín de mis sueños,
pero era una silueta que pasó con el tiempo
dejando solo el rastro de tu aroma.
Persigo tu olor
y me lleva al interior de una celda
donde la felicidad quedó encerrada
cuando te marchaste.
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