Sucedes. Sí, sucedes... Cuando el sol aparece en el cielo sucedes y cuando la lluvia llama a mi ventana... Cuando la luna se asoma en la noche a tejer las nubes y a contar estrellas mientras la oscuridad las sumerge y devora toda luz para apropiarse del firmamento. Sucedes mientras mi corazón late, mientras mi sangre recorre mis venas sucedes y cuando mi respiración te recuerda y mis suspiros te nombran y mi voz extraña a la tuya para estar completa. Sucedes mientras vivo, mientras mis ojos pueden contemplar la existencia sucedes y cuando la realidad se dobla para convertirse en ficción y cuando se encuentra nuevamente con ella misma como cuando en una noche estoy vivo escuchando mis latidos... simplemente sucedes.
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas