Las mariposas en mi estómago agonizan, revolotean buscando cómo salir. Pronto todas estarán muertas. Ellas pronto dejarán de sufrir pero mi destino se irá a tierras inciertas. Cuando pienso en cómo acabaron las cosas me pregunto qué pasó de malo entre los dos. Hace tiempo que nuestras vidas se separaron y el silencio que me ofrece ahora tu dulce voz es suficiente para ver que los sueños terminaron. Espero que tu vida sea llena de prosperidad, la mía aún estoy intentado rescatarla. Por un mundo lleno de oscuridad mis días vagan en el camino buscando la esperanza de encontrar algo que mis desdichas deshaga.
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas