Ayer volví a verte en mi vida. Tus ojos negros que iluminan mi camino, tu cabello como cascada de petróleo cae sobre tus hombros. T u sonrisa que me muestra mi destino y tus labios dulces que hacen olvidar mis escombros. Me gusta caminar contigo en la noche y recorrer las calles mirándote a ti y a la luna, sintiendo tu ser cerca de mi ser. V iendo como caminas por entre la noche como ninguna. Escuchando tus pasos como olas que me hacen perecer. Tu cuerpo se mueve como la brisa. Tus manos con sus movimientos me hipnotizan. En medio de la noche, acompañados de la luna y de las estrellas que brillan en el cielo y me avisan que aunque han visto muchas mujeres, como tú ninguna. Cuando la media noche aparece en nuestros destinos y la luna desde la parte más alta del cielo nos mira tú y yo entrelazamos nuestras manos y nuestras almas mi mano se empieza a calentar y mi alma suspira y mi corazón empieza a encontrar finalmente su calma.
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas