y las estrellas dibujaban tu rostro
y la luna me recordó tus brillantes cabellos.
Caminando en medio de la multitud de mi soledad
hallé refugio en el interior del océano.
Crucé los puentes que me separaban de tu imagen
y bajo los recuerdos de tus besos y tu calor descansé
y me dejé llevar por tu piel tibia,
me dejé llevar por tus labios húmedos.
Bajo el cielo de Portugal sentí tu aliento
como una brisa proveniente del océano,
quizás viniendo de la boca de mi infierno interior...
(quizás solo para seducirme lo haces).
En la costa he visto un arco iris
que me recuerda los colores de tu alma:
los rojos incandescentes de tu pasión,
el amarillo de tus sueños
y el azul de tus deseos.
Y tus sueños y tus deseos se hacen uno...
En las noches, los ecos de más allá de lo que veo
me traen tus aromas
y mis ojos buscan el brillo de los tuyos.
Cuando el cielo se tiñe de púrpura
me recuerda verte al amanecer,
cuando existíamos.
Cuando nuestras almas reposaban juntas
como cuando éramos felices.
Y en el amanecer de este nuevo día
aparece el sol y le pregunto:
Onde fica ela?
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