Un coctel de maquillaje y de lágrimas. Ella, en un aeropuerto, una mañana, arrastrando el peso de su equipaje por los pasillos, aunque más pesado sigue siendo el adiós entre líneas. Un destino donde hay un fin y un comienzo y donde siempre habrá algo nuevo por conocer y algo por olvidar. Último llamado para abordar... Pasajeros con destino a otra oportunidad.
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas