Qué es más efímero que esa mirada, mientras me pierdo en huracanes confundido en el ojo de la tormenta. Qué es más efímero que este respiro, mientras trato de contar tus cabellos que ondean como una enorme bandera. Qué es más efímero que este beso, ese que se pierde al contacto con tu distancia. Y aquí estoy, en este efímero instante donde recuerdo miradas, respiros y besos y simplemente dejo pasar esta efímera vida que se pierde en el latido de una estrella.
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas