Rotas las cadenas, libre el reo. Sueños vagando afuera, otra oportunidad rondando las esquinas de la vida. Libre, al fin. Lejana la pesadilla del encierro. Lejano aquel susurro en medio de la noche, la zozobra del mañana. Libre como nunca, respirando el mismo aire y viviendo el mismo mundo. Planto cara al futuro con optimismo, los grilletes y las cadenas quedaron atrás. Una oportunidad para las cosas inconclusas, para las cosas que no habían podido ser. Nuevamente soy libre.
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas