El almuédano es ciego, el cocodrilo quedó para siempre a la deriva perdido en el espacio, el juglar está perdiendo la memoria. Y tu que querías que nos fuéramos de viaje en un instante, que dejara aparcado mi presente, escondernos en una penumbra a ver atardeceres junto al mar. Y tu que soñabas que pasáramos mil noches bailando, aunque sabes que no me gusta bailar. Que nos perdiéramos... pero no puedo perderme. El almuédano es ciego, el cocodrilo se queda sin oxígeno, el olor de tu perfume se evapora del cerrado almacén de mis recuerdos. De mi corazón pende un letrero que pide por favor no molestar. Almuédano
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas