Caminando contigo aquella tarde,
mis sueños caminando con los tuyos,
tus pasos junto a los míos.
Un rayo de sol se enredó en tu negra cabellera,
y los colores se quedaron viviendo en tus ojos.
Una tarde más, pero era aquella tarde,
al lado de la fuente, caminando.
Y cuando tus ojos se perdieron en el futuro,
más allá de aquella tarde,
cuando tu mirada se posó muy lejos de allí, hacia adelante.
Más allá de aquellos inmensos ventanales
y de la ciudad que veíamos a través de ellos.
Caminamos muchas veces, pero era aquella tarde,
los sueños hechos nubes flotando por el cielo
y el viento meciendo tus cabellos.
Al final hubo muchas tardes
pero ninguna como aquella tarde.
Aquella tarde...
Fue la última tarde.
Comentarios
Publicar un comentario