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Mostrando entradas de mayo, 2010

Luna

En las noches la luna me mira a través de la ventana. Coquetea conmigo, me muestra su piel. Sonríe, me envía besos a mi cama, me mira toda la noche con sus ojos miel. La luna se enamoró de mi hace mil noches y me sigue y me busca sin cesar. Algunas veces se esconde tras las nubes sin derroche y otras tantas desde las montañas me logra espiar. Desde que te vio ella está muy celosa porque tu belleza no puede igualar, y le ha pedido consejos a una rosa para poder tu belleza alcanzar. Más la rosa rompió sus ilusiones. Destruyó los sueños de la hermosa luna. Ahora del globo enorme solo se ven fracciones, sólo un cuarto de lo que alguna vez fue una. A veces en las noches ella no se asoma, algunas veces sale teñida de rojo. Creo que la luna ha encontrado en otro ser, del amor el aroma y yo tu amor en mi corazón alojo.

Diálogo de Besugos

Una expresión muy utilizada para refererirse a conversaciones sin sentido, donde las palabras salen un poco por inercia, pero sin reflejar absolutamente nada. He tenido cientos de estas conversaciones. Muchas las he iniciado yo, algunas las ha iniciado alguien más. No había conocido esa expresión hasta hace poco. Un besugo es un pez que vive en el Mar Cantábrico, así que podría justificar el no haber conocido aquella expresión. Me he imaginado a dos besugos frente a frente, tratando de mirarse y moviendo sus bocas, conversando animadamente: -¿Qué piensas? -Nada del otro mundo. -Bien. -¿Te parece? -Mmm, a ratos. -¿Sí? -Podría ser. -Mmm, entiendo. -Esas cosas pasan. -¿Cuáles? -Estar pensando en nada del otro mundo. Bueno, no es una imagen muy interesante... ver dos peces hablando de cosas sin mucho sentido. Hay un momento que me incomoda, me fastidia un montón, y es aquel en el que el silencio se convierte en el rey del lugar. Ahí es cuando salta el besugo que habita en mí, cuando me sal

Azul

Como el océano azotando las costas, como el cielo desnudo una tarde de verano. Tu piel sobre mi piel una tarde calurosa. Vientos soplan desde todas direcciones y me traen el calor de tu cuerpo junto al mío. Azul, profundidades infinitas, invitan a mi alma a dejarse llevar a lo profundo. Azul como los sueños o como las alas de una mariposa sobre las flores. Como si hubiéramos nacido para estar así, reunidos en un solo ser, contemplando la tarde calurosa, olvidando al mundo y los problemas que nos rodean. Hemos nacido para ser como el azul. Como el cielo y el mar que lejos se encuentran pero que en la distancia se enredan en un abrazo infinito y nuestros sueños volando en las alas de una mariposa nos dicen "adiós".

Cuando Sonríes

Cuando sonríes el sol se siente avergonzado. Tu brillo lo opaca si demora. Cuando sonríes de tu boca brota un arco iris de sueños, que me permite conocer tus anhelos y me deja vislumbrar tus deseos. Cuando sonríes las nubes se tornan blancas como tu dentadura. Envidiosas toman mil formas diferentes, Pero nunca logran igualarle. Cuando sonríes las estrellas se mueven inquietas en el cielo deslumbradas por el brillo que emana por tus labios. Cuando sonríes el universo detiene su marcha hechizado por la magia que brota de tu ser. La luna se muestra en todo su esplendor. Inmensa, la reina del cosmos se siente celosa... cuando sonríes.

Noche Inflamable

En esta noche inflamable, al compás de la música, de dulces melodías que flotan, los querubines me susurran que tome tu mano y los diablillos que te robe un beso. Rodeados de música arrastrada con las hojas por el viento, flotan mis sueños envueltos en pétalos de rosa. Tus ojos son la brújula de mi destino, tus manos mi asidero a la realidad y tus labios mi pasaporte a la locura. Envueltos por la música de tu voz, mi mente solo piensa en tu rostro y en tu sonrisa. En esta noche solo se necesita una chispa, un ligero rechinar de copas o que nuestros labios se acerquen peligrosamente. Un aroma flota en el aire nocturno. Este aire cargado de ilusiones, de alientos mezclados con tu risa. Una sola chispa y todo arderá... Todo se consumirá en esta noche inflamable. Los querubines y los diablillos ardiendo, las hojas y mis sueños en pétalos de rosa... nuestros cuerpos consumidos por el calor, nuestras almas consumidas por el fuego. En esta noche inflamable

Bajo el Cielo de Portugal

Bajo el cielo de Portugal te recordé y las estrellas dibujaban tu rostro y la luna me recordó tus brillantes cabellos. Caminando en medio de la multitud de mi soledad hallé refugio en el interior del océano. Crucé los puentes que me separaban de tu imagen y bajo los recuerdos de tus besos y tu calor descansé y me dejé llevar por tu piel tibia, me dejé llevar por tus labios húmedos. Bajo el cielo de Portugal sentí tu aliento como una brisa proveniente del océano, quizás viniendo de la boca de mi infierno interior... (quizás solo para seducirme lo haces). En la costa he visto un arco iris que me recuerda los colores de tu alma: los rojos incandescentes de tu pasión, el amarillo de tus sueños y el azul de tus deseos. Y tus sueños y tus deseos se hacen uno... En las noches, los ecos de más allá de lo que veo me traen tus aromas y mis ojos buscan el brillo de los tuyos. Cuando el cielo se tiñe de púrpura me recuerda verte al amanecer, cuando existíamos. Cuand

El Océano sí que habla portugués

Madrid y Bogotá son dos ciudades que llevan un lugar muy especial en mi corazón. Ambas ciudades, capitales de sus respectivos paises, son sitios muy agradables que me han brindado nuevas experiencias y una vida interesante. He pensado siempre que las ciudades son como las personas: tienen siempre algo qué compartir contigo, tienen personalidad propia, tienen su propio estilo, tienen sus anhelos y sus miedos. Una de las experiencias que deseaba realizar en Europa era la de viajar por diversas ciudades y países. Tenía algunos destinos a los que pensaba viajar antes que a otros. Lo que no me imaginé fue que el primer destino que tendría fuera la ciudad de Cascais, cerca de Lisboa, en Portugal. Por aquellos días mi amigo Manu, viejo amigo de andanzas de la universidad, andaba en Reino Unido trabajando en logística en una empresa que lo tenía viajando por toda Europa. me comentó que estaría por Lisboa a finales de octubre, así que me animé a encontrarme con él allí. La maravillosa

Reencuentro en Palma de Mallorca: el regreso a la isla

Anteriormente había viajado a la maravillosa isla de Mallorca. En aquellos tiempos, mis pasos me llevaron en un viaje relámpago, un viaje en el que llegué a mi destino un poco más tarde de la una de la madrugada de un sábado de marzo de 2009, y cuyo viaje de regreso estuvo planeado para el domingo a medio día. El destino de aquel primer viaje fue la ciudad de Cala Rajada. En esta ocasión, en vísperas de mis 31 años, mi destino fue la ciudad de Palma. Me había enterado que Robinson, un viejo amigo del colegio, se encontraba viviendo en la ciudad de Palma de Mallorca. Así pues, un tiempo antes hablamos para encontrarnos allí. El viaje, a diferencia del primero, fue de día y no hubo inconvenientes a la hora de encontrarme con mi viejo amigo. La última vez que le había visto había sido unos cinco años atrás. Estaba seguro de que muchas cosas habían acontecido en nuestras vidas, y pensaba que quizás no sería lo mismo que en aquellos tiempos de colegio. Nuestras vidas nos habían llevado por

Una Vez

Hace una eternidad que te vi por última vez, como si hubiera vivido una vez y luego una vez más. Pero en mi ser llevo marcado tu recuerdo como si se tratase de un tatuaje sobre mi mente. Tu aroma me acompaña como si fuera el perfume de mi alma, y tu voz resuena como la campana de mi funeral. eres mi principio y mi fin, como si mi nacimiento y mi muerte fuesen distintos, pero mi vida fueras tu. He vivido una vez y luego una vez mas. En lo oscuro del bosque me acompañó tu calidez, y perdido en la selva me animó tu aliento. Me he perdido y me he encontrado infinidad de veces en mis vidas, una vez y luego una vez más... y no ha sido posible olvidarte.

Carta para cuando estemos viejos

Hace tiempo que mis manos tiemblan presurosas como si del destino que nadie escapa tuviera miedo, un destino del que nadie ha podido escapar. Mi piel ahora parece un negativo del cielo y hasta agónico se escucha mi respirar. Mis ojos llenos de nubes se encuentran, no me dejan ver muy bien lo que tanto amé. Tiemblas como yo y espero que sea de amor, de todo aquello que de jóven me enamoré y de lo que aún está lleno mi corazón. Mis cabellos y los tuyos son ya blancos como si el tiempo se hubiera llevado sus vivos colores. Aún recuerdo tu sonrisa dorada y las peleas que terminaban en amores terminaban en los brazos de mi amada. Ya somos viejos y el tiempo que nos queda es corto pero nos tenemos el uno al otro para siempre, recordando todo lo que de jóvenes hicimos, rememorando viejos recuerdos hasta la muerte, hablando de la vida: la tuya, la mía, la que vivimos.

Naturaleza

Tus ojos son como una canción que nunca escuché, como un remolino de viento que me enceguece. Tus labios, como las montañas que me esconden la tierra prometida, como la puerta a la tentación entreabierta, mostrándome los placeres del mundo. Tus cabellos son como los hilos de los que está hecha mi alma, la materia prima de los sueños. Tu cuerpo, como las ondulantes aguas tranquilas de un lago, como una nube arrastrada por el viento, irreal, etérea, moviéndote como mis fantasías. Tu voz es un rayo que me golpea sin tregua, me aturde y me arroja lejos de mi cordura. Si susurras, me arrastra la marea de mis anhelos, si me hablas, me fulminan los rayos de mis deseos. Con solo verte mi cuerpo se sacude, se convierte en un volcán de sueños. Mi mente se transforma en un huracán de ideas, de deseos, de anhelos y fantasías. Cuando la tormenta termina me encuentro nuevamente aturdido, desorientado. Al abrir mis ojos me doy cuenta de que te has marchado.

Fantasmas

Desapareciste de mis noches pero en la oscuridad, tu sombra me acompaña. No escucho tu voz desde hace siglos pero un susurro viene a mis oidos de vez en cuando. Veo a través de tu aliento reflejado en la ventana una tarde lluviosa. Eres un fantasma que recorre los rincones de mi mente, juegas por los pasillos de los recuerdos. Asciendes las escaleras de mis anhelos y te bañas en el pozo de mis deseos. A veces siento un escalofrío recorrer mi espalda y sé que te encuentras allí. Miro tu reflejo en el espejo del salón y te encuentro en el reflejo de mis ojos. Escucho tu risa flotando en el parque y la persigo. Me lleva por rincones olvidados, lugares perdidos detrás del muro de mi amnesia. Te miré cortar flores en el jardín de mis sueños, pero era una silueta que pasó con el tiempo dejando solo el rastro de tu aroma. Persigo tu olor y me lleva al interior de una celda donde la felicidad quedó encerrada cuando te marchaste.

Un Océano

Un océano de distancia nos separa, un océano nos recuerda que existimos. Aparecemos en los extremos de un péndulo, en las caras opuestas de una moneda. Cuando mi sol brilla, el tuyo se oculta y cuando tu sol aparece, el mío se marchita. Cuando tus sueños te acompañan, mi delirio me rodea y los míos se convierten en las sombras de mi pasado, en el viento que sacude mi embarcación, en las olas que me hacen naufragar. Solo sobrevive una botella, flotando entre lágrimas y sudor, entre sangre y licor. Una carta de amor en el océano de mi desesperación.

Grito en Silencio

Quisiera haberte visto una última vez y haberte dicho lo que había callado. Ahora en mi interior hay un vacío que nada llenará. Grito ahora mis palabras pero no hay nadie para escucharlas. El resto del universo puede vivir sin ellas. Ahora lo que quiero decir no representa nada. como una gota de agua cayendo en una telaraña, como como una melodia ofrecida a las piedras. Mi voz podría sonar como un trueno pero nadie desea escucharla.