El Diario de Pope

Un vaso sobre la mesa y un recuerdo convertido en un papel... O un papel convertido en un recuerdo. Porque el papel y el recuerdo perduran pero la pasión se desvanece en el ayer.

Siluetas convertidas en horas, una sombra que hace parte del tiempo, como una nube en el cielo gris. Ecos en la oscuridad.

Cuento hasta diez y escapo para esconderme. Tengo toda la vida para desvanecerme, para confundirme con los demás. Esperando que la muerte no me reconozca ni me confunda con otro más. Toda la vida huyendo al destino de mis ancestros.

A través de la ventana te veo. Caminas como el viento, grácil y ligera. Caminas como si fueras un fantasma, como si estuvieras hecha de sueños. Parpadeo y has desaparecido. Un espejismo viviendo en mi mente.

¿Quién no quisiera poseerte? ¿Despertarse a tu lado por las mañanas y contemplar esa sonrisa infinita? Un esplendor que ilumina todo a su alrededor. Contemplarte es como simplemente soñar contigo pero sabiendo que eres real.

Al final del camino encuentro una huella, alguien recorrió estos mismos pasos mucho antes. No sé si aquel consiguió lo que quería pero aquí estoy buscando respuestas, leyendo la historia que otro escribió con sus pasos.

Trágico aquel momento en el que me encontré con tu sonrisa, porque a partir de allí quedé encerrado en sus destellos. He tratado de escapar colgándome del brillo que reflejan, solo para volver a quedar perdido en la penumbra. Y al seguir la única luz en mi camino termino nuevamente perdido en tu sonrisa.

Sueño que cruzo un océano en dos pasos y que al otro lado el cielo estrellado es tu brillante cabellera envolviendo todo a mi alrededor. Al final aparecen dos soles que son tus ojos y ya no sé si sueño o amanece.

Rezo para que te encuentres bien. Rezo, aunque no creo en santos, no creo en magia, ni en milagros. No creo en dioses, ni en ángeles, ni en que mi alma sea eterna. Solo rezo a todo lo imaginario y lo real para que estés bien.

Roto, un corazón a quien pueda interesar. Sigue orbitando alrededor de un astro que ya no existe, esperando que mañana salga el sol y lo ilumine todo, pero ya no hay astro que caliente las noches eternas.