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Mostrando entradas de enero, 2012

Bajo la Piel

Bajo la piel, mis células se estremecen y mis pupilas se dilatan. Mi sangre burbujeante me embriaga en la víspera de la perdición. Mi corazón y mi estómago se alínean preparándose para un eclipse corporal. Bajo la piel, mis músculos se tensan, se hacen uno con mi sentir. La adrenalina inunda mi ser, como si se tratase del combustible de mi cuerpo, de un bálsamo para mi alma. Bajo la piel, mi cuerpo se estremece al contacto de tus labios tus dedos me rozan y abrasan mi carne, queman también mi voluntad, desruyen tejidos y nervios a su paso hasta  llegar al corazón.

Carta a mi Padre

Hola. Me he preguntado si estarías orgulloso de mí. Si lo que he hecho, si mis acciones te harían sentir orgulloso. Han pasado muchas cosas desde que te marchaste. Los años han transcurrido como gotas cayendo de un grifo que no se ha cerrado completamente, dejando escapar la vida en gotas que van dejando una sensación de pequeñas cosas que pasan, de cosas que cambian. Han sido años difíciles desde que te marchaste, muchas cosas han visto la luz. Me habría encantado que conocieras a los nuevos integrantes de la familia, ellos crecen sin haber sabido cómo eras ni cómo era tu timbre de voz. Nunca escucharán tus expresiones ni te reirás con ellos. Aquí igual continuamos esta eterna lucha por vivir, aunque no es tan eterna. Te habría gustado estar en el matrimonio de mi hermana y entregarla nuevamente en el altar. Esa labor la realicé yo en esta ocasión en representación tuya. La familia está bien, aunque no importa cuánto tiempo pase, todos te extrañamos mucho, sobre todo mi mam