Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2011

Doce Uvas

Una uva por la salud de mi familia, por la de mis amigos y la de mis allegados. La segunda porque sus comidas se mantengan abundantes, que su apetito se satisfaga. La tercera por las sonrisas y los buenos momentos, los que esperan en el año que viene. La cuarta es por los viajes, porque la maleta no se quede guardada en casa. La quinta por la buena suerte, que nos acompañe cada segundo del año. La sexta por la buena compañía, que nunca estemos solos. La séptima por la magia del mundo, porque siempre nos rodee con su aura. La octava por el amor, porque nuestros corazones estén llenos de él. La novena por tus sueños, para que todos se cumplan y se conviertan en realidad. La décima por mi país, para que las cosas mejoren y salgamos adelante. La undécima por las metas, para que lleguen a completarse y nos hagan más felices. Otra, la última para que el año que viene pueda verte al menos una vez.

Noches de Neón

Apura el último trago que esto no ha hecho sino comenzar. La preciosa velada cuya belleza halago. Una noche en la que todo puede pasar. Un lugar, un amigo, un licor es aquello con lo que empieza la noche. Una aventura, un sueño, un amor aparecen siempre en la velada con derroche. Mis noches de neón, noches de risas, siempre me acompañan en mis recuerdos. Noches de licor, noches de caricias, cuando quedan en casa los pensamientos cuerdos. Ciudad de noche, como una doncella que en el día es coqueta pero que al caer el sol sus ropajes caen, como en elegía. Mostrando la belleza escondida tras las sórdidas cortinas, mostrando aquello que ocultó a la luz del día. Mis noches de neón me acompañan todavía, aunque ahora son recuerdos que se anclan en mi mente, suenan aún las notas de esa hermosa melodía, donde se mantienen esos recuerdos aún presentes.

Piel

Bajo estos cuatro muros donde nos encontramos amándonos, ocultos por el manto de la oscuridad. S intiéndonos y con nuestro cuerpo rozándonos, mezclando nuestra saliva, saboreando la humedad. Nuestra piel tibia se fusiona nuestro sudor se vuelve uno solo. C on los labios sintiéndonos el uno al otro, con nuestra piel rozándonos tu cuerpo asuelo y parece que se encenderán en medio del alboroto. Entre mis brazos tu cuerpo se estremece, tus pies se calientan llenos de felicidad. entre gemidos y sudor perecemos y nos encontramos en medio de la soledad porque dejamos de ser dos y uno seremos.

Sin Nombre

El almuédano es ciego,  el cocodrilo quedó para siempre a la deriva perdido en el espacio, el juglar está perdiendo la memoria. Y tu que querías que nos fuéramos de viaje en un instante, que dejara aparcado mi presente, escondernos en una penumbra a ver atardeceres junto al mar. Y tu que soñabas que pasáramos mil noches bailando, aunque sabes que no me gusta bailar. Que nos perdiéramos... pero no puedo perderme. El almuédano es ciego, el cocodrilo se queda sin oxígeno, el olor de tu perfume se evapora del cerrado almacén de mis recuerdos. De mi corazón pende un letrero que pide por favor no molestar. Almuédano

Eres

Eres la excusa perfecta para vivir, para despertarme otro día más y mirar al destino con rostro desafiante, para ver el futuro con las manos llenas de esperanza. Eres ese amanecer lleno de luz cubriendo mis días y mi cielo. Eres ese arcoíris después de la tormenta el que me recuerda que salió el sol de nuevo. Eres la lluvia que me baña, eres la risa que apaga los sollozos. Eres sueño, eres luna, eres las estrellas. Eres quien me recuerda qué significa el latir de mi corazón, quien me acompaña cuando camino solo sobre la arena. Eres la esperanza cuando miro tus ojos, eres día, eres luz, eres sueño.

Esperándote Bajo la Lluvia

Me quedé esperándote bajo la lluvia, me quedé sentado en medio de la tarde mojada. No sé si perdiste mis huellas en el barro o si el camino se borró con el agua. Aquí, temblando, te espero. Tiritan mis esperanzas. Hace tanto frío que llega a mi corazón y cala hasta mis entrañas. No sé si tus pasos se perdieron entre las gotas o si es la excusa perfecta para desaparecer. Volverte una con las aguas que te rodean, volverte lágrimas, sudor, sangre y lluvia. El cielo llora y mi interior lo soporta. El rastro se pierde para siempre y aquí estoy, esperándote bajo la lluvia.

Alborada

Al salir el sol por el horizonte me pregunto qué será de tu vida. ¿Hace cuánto tiempo dejé de verte? ¿Mi corazón ya de ti se olvida? ¿En cuánto tiempo nos espera la muerte? Nunca fuiste mía y nunca lo serás, mis manos nunca tomarán las tuyas. Mis versos simplemente pasarán y se irán y muy posiblemente despues intuyas que mis palabras de amor siempre para ti serán. Anhelo sentir un beso de tus labios rojos, sueño con verte entre mis brazos un día. Extraño mirarte y tocarte con mi mirada. Deseo calmar mis ansias de sentirte todavía, de respirar tu aliento tibio en medio de la nada. Quizá algún día puedas ver en mí un amante, a un amigo, a un hermano, a un amor. Tal vez en un momento sientas todo lo que siento pero mientras tanto me quedo solo con mi dolor, con mis palabras y frases con sentimiento.

Quizás

Quizás mañana el sol salga más brillante y las nubes blancas adornen el cielo jugando a ser una figura o un momento. Quizás las rosas rojas deleiten nuestros sentidos y el verde se extienda hasta donde nuestros ojos alcancen. Quizás haya un arcoíris a donde miremos y se refleje en los ojos llenos de esperanza. Quizás mañana los sueños estén tocando a nuestra puerta y empiecen a corretear por la casa con sus pies mojados. Quizás espero mucho de la vida.

Lluvia y Tempestad

Lloviendo, el cielo canta con voz de riachuelo, las gotas traviesas se deslizan por la ventana. un océano improvisado en la calle. Los barquitos de papel inician la batalla. Tus cabellos me recuerdan el viento salvaje, los remolinos que se llevan todo a su paso. Los relámpagos brillan en tus ojos iluminando con destellos el ocaso. Eres lluvia y eres tempestad, eres salvaje y eres calma, eres sueño y eres realidad. eres ocaso y eres alba. Suspiros golpean a tu puerta. Sé que te encuentras allí, del otro lado. Quisiera sentir tu lluvia y tu tempestad pero la puerta nos mantiene aislados.

Latidos del Tiempo

Tictac, los relojes avanzan. Silenciosa su marcha, son pasos que llevan a la tumba. Suena el paso del tiempo: Los segundos arrastrando sus pies moribundos, es el único sonido en estas horas muertas. El universo ha enmudecido en el génesis del día. Cuento los latidos del tiempo, son sesenta los pasos que me llevan al mismo punto. Avanzo en círculos en medio del infinito. Las agujas se desafían en una carrera. La pequeña llega de última, pero terminan en el mismo punto al final del día. Un suspiro que demora un segundo, o dura quizás un poco más. Al final no importa mucho cuánto se mantiene, porque nuestro tiempo ya pasó. Tictac.

Cayendo

Cayendo, cayendo. Nada bajo mis pies. Un nudo en mi garganta, mi estómago flotando. Vacío alrededor de mí, cayendo cada vez más rápido. Nada bajo mis ser, nada bajo mis pies. Un segundo convertido en una eternidad, Todos los sonidos son uno y son nada, se convierten en viento. Nada para sostenerse, mis manos se aferran al aire. cayendo, cayendo. Mi ser no vuela, solamente cae. Solo desciende cada vez más profundo, cayendo, cayendo.

Amigo

Un día se marchita la última hoja de nuestro árbol, desnudo enfrenta el duro invierno. Las ilusiones encerradas en la dura corteza y el corazón frío en tinieblas interiores. Un día nuestro último sueño se cumple o irremediablemente fracasa. Nuestros pies dan el último paso sin importar que sea o no el final del camino. Un día el último pétalo cae de la rosa, moribunda deja de ser bella, deja de existir. La última lágrima brota de nuestros ojos sin importar que sea de alegría o de tristeza. Un día, yo dejaré de respirar y todo lo que haya sido dejará de ser. Todo se esfumará, menos lo que he compartido. Lo que tú y yo compartimos en el pasado. A ti, mi cercano amigo, gracias por compartir tu existencia conmigo. Por escuchar mi voz cuando necesitaba hablar, por ofrecerme tu consejo cuando requería de él. Cuando se marchite la última hoja de nuestro árbol un corazón cálido habitará en su corteza. Cuando nuestros pies den el último paso será del camino que recorrimos, amigo mío.

Si fueras...

Si tus ojos fueran dos estrellas atravesaría el espacio para alcanzarlos. Si ellos fueran dos perlas me sumergiría en lo más profundo de los océanos para hallarlos. Si tu sonrisa fuera un tesoro me covertiría en pirata para robarla, surcando los mares. Si fuera una corona me convertiría en un rey para obtenerla, conquistando reinos. Si tu cuerpo fuera un valle lo recorrería por completo sin mapas ni brújula. Me perdería por sus senderos, por las montañas, los descensos, andaría sin rumbo. Me perdería entre tus aguas, me perdería para siempre. Si fueras lluvia saldría a dejarme invadir por tu presencia. Si fueras la noche te exploraría en medio de mi insomnio, en medio de mis horas en vela.

Cenizas

Solo queda esto de mi vida, solo la ceniza de mi mundo anterior. Solo el sueño de un mejor futuro que se fue hasta un mundo superior y regresó vuelto carbón puro. Nada me espera en el mundo destrozado, la luz de tus ojos desintegró mi alma. Lo que creí encontrar en ti fue una ilusión, un sueño de lo que quería que fuera mi calma y terminó siendo el comienzo de mi destrucción. Las cenizas fueron el más puro fuego, consumiendo el mundo a nuestro alrededor. Hoy no queda más que el silencio humeante, un mundo lleno de pena y de dolor donde la muerte se convierte en mi amante. Las cenizas ascienden como una columna, una torre que me recuerda mi error. El hecho de creer que me querías, el sueño muerto en el futuro traidor donde mis propias cenizas ascienden vacías.

Hiedra

Una hiedra trepando el muro, no conozco de fronteras, tengo raíces, no las olvido. Trepo los muros, los que alrededor de mí crean, con los que me tratan de encerrar. No soy de aquí, no soy de allá. Soy de algún lugar entre el antes y el ahora. Soy un poco de aquí, soy un poco de allá. Tengo sueños a este lado, tengo ilusiones al otro. La hiedra quiere derribar los muros, quiere que los sueños sin fronteras se miren a los ojos, quiere enredarse en ambos mundos.

Al Amanecer

Al amanecer los recuerdos se asoman tras el horizonte. El sol tiñe de rosa el cielo y mis memorias... Recordando tus salvajes cabellos, mi mente se enreda en tus rizos y se deslumbra con tu brillante sonrisa. Un viaje al pasado, cuando el sol saluda al mundo. Una mañana saturada de remembranzas y tu cuerpo oscila en mis recuerdos. Se distorsiona con el tiempo, moviéndose como una serpiente en mis pensamientos.

Reloj Roto

He aprendido a vivir de las ilusiones vacías, de los retazos de alegría de los otros. Alimentado con la esperanza de lo improbable, soñando con la bondad de mi destino. Desayuno un poco de entusiasmo y en la noche hago un brindis por los sueños rotos. El reloj continúa, implacable. Y el plato siempre vacío me mira con lástima. Un día más que transcurre igual, esperando que algo me saque de la rutina. El mismo reloj, los mismos minutos gastados, el mismo aire viciado. Hoy pudo haber sido ayer, o pudo haber sido tantos otros días de mi vida. Quisiera verte hoy una vez más pero al final solo vería el reflejo de mi pasado.

Reina del Bosque

Embrujado por tus ojos, hipnotizado por tu presencia. Descansando bajo los árboles, cubiertos por la noche despejada, como un velo sobre tu cabeza. Una reina coronada con la luna, con una capa de estrellas cubriendo su belleza. Como una telaraña tus cabellos atrapan todo a su alrededor, capturan mi atención y me hacen prisionero. Como una poderosa cadena me arrastra a las profundidades de tu alma.  Una reina sobre una alfombra de hojas, sentada en un trono de madera. Una mina se esconde tras tus labios joyas deslumbrantes habitan en tu boca, la luna reflejada en ellas. En medio de los árboles como torres, como un reino perdido entre mis recuerdos. Una reina prisionera de mis pensamientos, rodeada y cubierta por su reino.

Éxtasis

Consigo retazos de palabras, de frases, de sentimientos. Y entonces te veo tras el velo de mis recuerdos que ondeando, me esconde el pasado que ocurrió y el que no ocurrió. Y bajo ese manto las palabras se alinean, se eclipsan, se aman. Todas son para ti. Tu imagen aparece en mi mente como una profecía hecha vida, como verbo hecho carne. Y bajo los recuerdos lanzo una plegaria a tus ojos, y espero sentirlos como lenguas de fuego sobre mí. Entonces apareces en una visión y todo cobra sentido.

Cocodrilo

Soy el cocodrilo, en órbita de tus lunares. El que te reclama con canciones, el que te pide sólo un beso antes de marcharte, para guardarlo en una urna de cristal. Debajo de la tierra con tus viejas gafas negras  y tus tacones nuevos. Los mismos que, por una eternidad de siete días, arañaron el pantano  que aprendió tu nombre. Almuédano

A esos ojos

A esos ojos que sin pensarlo, hechizan como un poderoso conjuro. Me envuelven y me ahogan en sus corrientes turbulentas. A esos ojos que me miran con dulzura, envueltos en momentos y recuerdos. Me atrapan con pétalos y me aprisionan en ellos. A ellos, que traviesos contemplo. A los que sin pensarlo me miran y me dejan lanzar un suspiro del otro lado del océano. A esos ojos que quisiera no dejar de ver, a esos que me gustaría guardar en un recuerdo y convertirlos en un instante eterno. A esos ojos que quiero que me miren, que cambian con el alma. A ellos que aparecen como una plegaria, como un milagro hecho mirada. a esos ojos con los que quiero soñar hoy.

Senti-Miento

Quisiera llevarme estas hermosas melodías a la tumba. Quisiera recordarlas por siempre y poder escucharlas eternamente. Desearía guardar las imágenes más hermosas que he visto por el resto de tiempo que queda. No del tiempo de mi vida, que es corto y pasa como el viento, arrasando con todo lo que encuentra. No, como el tiempo mismo, hasta cuando éste deje de existir y nos condene a vivir sin él. ¿Habría vida sin él? ¿Valdría la pena algo? ¿Nuestra conciencia nos abandonaría? Lo único que sé es lo que deseo: llevarme conmigo todos mis recuerdos, sonidos e imágenes, sensaciones. Explorarlos, revivirlos, saborearlos, verlos, oírlos, sentirlos. Quisiera llevarme esa tarde de lluvia en la que humedecí mis labios en los de ella. Quisiera robarme ese recuerdo y quedarme con él y no compartirlo (ni siquiera con ella). Esa hermosa puesta de sol, cuando todo lo que me rodeaba se tornó naranja. Ese dulce beso de mi abuela, mi primer amor verdadero, que me dejó un aroma a rosas que perduró du

No Muerto

A veces camino como si estuviera muerto. Sin sentir nada, sin reír, sin llorar. Camino, pero mis pasos no recorren un espacio, simplemente se mueven sin sentido. Respiro y mi corazón late, pero mi estómago no se revuelve. Mi piel no se eriza. No hay pasión no hay dolor, no hay sueños. Parpadeo pero mis ojos no enfocan nada cerca, nada a lo lejos. Vivo pero en medio del vacío del silencio. Respiro soledad y en mis venas lágrimas. No hay estrellas, ni luna ni sol. No hay amaneceres ni atardeceres, ni estás tú.

La Mujer que me Trasnocha

La mujer que me trasnocha es una diosa en mis tiempos paganos. Es fuerza, es amor, es ritmo. Ella tiene más vidas que un gato y desafía todos los meses a la luna. La mujer que me trasnocha es una guerrera de tiempos ancestrales encarnada en un ser divino lleno de cualidades. Reza un rosario con las estrellas y limpia su alma con la luz de la luna llena. La mujer que me trasnocha es un ángel, es un sueño hecho vida, resplandeciente como el sol. Tiene rayos encerrados en sus ojos y en su voz la más hermosa melodía. Ahora, ella es quien me trasnocha. Yo la trasnoché mucho antes, cuando mi llanto la despertaba en la madrugada, Cuando me dio su calor, su amor, cuando me dio su tiempo y su alma. Desde siempre, a la mujer que me trasnocha la llamo madre.

Espirales

Espirales que giran en mi vida me llevan nuevamente a mis errores, me arrastran por el mundo con promesas ofreciéndome con sus labios seductores de este mundo y de otros su belleza. He caído muchas veces en su juego, he seguido el dulce susurro de su voz. M uchas veces vuelvo a hacer las cosas con empeño pero igualmente me espera su destino atroz del que soy yo únicamente el dueño. Pero no dejaré de intentar ser feliz por mucho que esos espirales me convenzan. E n algún momento en mi vida podré reír y mis ojos sin una lágrima amanezcan y que los errores no afecten mi porvenir.

Hoy

Se nos marchita el mundo, una rosa moribunda levanta su rostro al cielo por última vez. El viento decide llevar palabras de tristeza y soledad. se nos acaba, Los sueños esparcidos por la ceniza y el humo. El cielo caído a trozos sobre el océano gris. Hoy es quizás el último día, hoy quizás sea el último suspiro, la última lágrima, el último sollozo. Pero también puede ser la última risa, el último beso, el último abrazo. No importará el ayer, no importará el mañana, solo importa el hoy.

Princesa sin Reino

No sé cuándo ocurrieron estas cosas. Cuándo tus manos se alejaron de las mías. Cuando el susurro que manaba de tus labios, que llenaba mis oídos de letanías embriagaba mi ser con desagravios. Triste y solo la orilla del camino aprecio y mirando por los atardeceres de sangre, ver tus labios pintados en el cielo. Puedo sentir el latido de tu carne mientras me sigo arrastrando por el suelo. Eres una princesa sin reino para regir con sólo un bufón a tu disposición. Sin castillos y sin sueños que tejer pero tampoco deseas oir la canción que te toco y con la que te deseo entretener. Princesa de un mundo que otros abandonaron, solo queda este fiel servidor a tus pies. En este castillo lleno de silencio y soledad, la puerta abierta y espero que la despedida me des porque este hombre te dice adiós y empieza a marchar.

Ojalá

Ojalá todo fuera más sencillo. En mi cabeza, un océano de confusión golpea las costas de mi cordura. Una esperanza entre el quizás y el nunca. Un suspiro que parece un sollozo, una risa que parece llanto. Todo es diferente. Todo es extraño. No sé qué hacer, no sé si acercarme o alejarme, si permitir que mis sueños puedan aparecerse en mi mente o borrar lo inconcluso en medio de la confusión. Relojes muestran el tiempo que ya pasó y todo lo que ha acontecido... ¿Qué define mis sueños?

Eleonora

-Disculpa, pero tienes un acento muy bonito. ¿De dónde es? La voz temblorosa de Juan se dejó escuchar en aquella frontera a lo desconocido. Desde la primera vez que la había visto, había deseado acercarse a ella. La había escuchado cientos de veces en la cafetería, donde se había deleitado con el acento que se desprendía de sus labios. Ahora, finalmente, se había decidido a hablarle. Habían coincidido en una acera, caminaban uno al lado del otro, cuando Juan se había animado a tratar de entablar una conversación con ella. Supuso que era un buen momento. Ella tenía los ojos, sus ojos verdes, abiertos como platos, mirándolo fijamente. Ambos continuaban caminando. Ella, de una forma muy seca, le dijo: -¡Pero si nunca hemos hablado! -Lo sé… pero no he podido evitar escucharte en la cafetería. ¿De dónde es? El acento. -De Rumania. -¿Y cómo te llamas? -Eleonora. Juan no había conocido a nadie que se llamara así antes. Ahora, caminando junto a ella, se sentía completo. Su

Quisiera

Quisiera robar tu voz y entregársela al viento para que endulce al universo. Quisiera sacar un destello de tus ojos y colgarlo en el cielo para que ilumine mis noches. Quisiera quedarme con un poco de tu aliento y utilizarlo para impulsar la nave de mis sueños. Quisiera quitarte unos minutos de tu tiempo y hacer con ellos un reloj a tu hermosura. Quisiera desprender algo del brillo de tu sonrisa y hacer un faro que guíe a los barcos extraviados. En medio de esta noche, en la costa, en este faro, te recuerdo. Veo un barco a lo lejos y al cielo estrellado y me pregunto si estarás pensando en mí porque yo no dejo de pensar en ti.

Rosa Blanca

Desde que te vi, mis ojos no han podido olvidar tu rostro y tu figura. Tu sonrisa tan traviesa me provoca, tu mirada toda llena de dulzura me antojan y sugieren besar esa boca. Tu piel blanca como la nieve y el río de petróleo de tus cabellos que como una cascada sobre tus hombros descienden. Y o desearía enredarme por siempre en ellos y olvidarme del mundo que me pretende. Eres una rosa blanca con pétalos de luz que ilumina todo a su alrededor. No te busco, pero hallarte es imposible. Me confieso como el eterno adorador de esa energía que te rodea, intangible y que mi corazón carga como una cruz.

Soledad

Al estar en medio de esta habitación me pregunto qué me espera en el futuro. S i podré al final dar tranquilidad a mi vida o si por el contrario el destino rudo me haga esperarla hasta el resto de mis días. Cuando pienso en lo que está aconteciendo me entristezco por ver mi porvenir, en el cual no encuentro algo valioso. Solo espero poder encontrarlo y reír y olvidar mi pasado temeroso. En medio de las noches y los días encuentro refugio en la oscura soledad. P aso mi mirada y recorro mi vida rodeada de belleza sin igual esperando la muerte en el camino de ida.

Una Flor Anónima

-¿Qué hace una ballena con una rosa? Va a tratar de enamorar a  las olas cuando estén a solas. ¿Y un tiburón? Los incongruentes gritos se dejaban escuchar por todo el hospital  psiquiátrico. De todos los pacientes, éste tenía orden estricta de  mantenerse sedado. Por alguna razón este hombre, conocido como El  Asesino de la Rosa , había despertado. ¿Cuánto tiempo llevaba durmiendo? No lo sabía con claridad.  Igual no pensaba con mucha claridad, nunca lo había hecho. Fue  difícil atraparlo, era un nómada. Aunque empezó asesinando de  formas sutiles y sin llamar la atención, al final estaba asesinando a  cualquiera que tuviera la mala fortuna de cruzarse con él, siempre  que el asesino tuviera una rosa para dejarla junto al cuerpo sin vida. Mientras  estaba recluido, había asesinado a cuatro enfermeros, así que  decidieron mantenerlo sedado todo el tiempo. Ahora se despertaba de un largo  trance y tenía hambre. -Me comeré un filete, no importa si está crudo. La puerta de máx