Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2011

Cocodrilo

Soy el cocodrilo, en órbita de tus lunares. El que te reclama con canciones, el que te pide sólo un beso antes de marcharte, para guardarlo en una urna de cristal. Debajo de la tierra con tus viejas gafas negras  y tus tacones nuevos. Los mismos que, por una eternidad de siete días, arañaron el pantano  que aprendió tu nombre. Almuédano

A esos ojos

A esos ojos que sin pensarlo, hechizan como un poderoso conjuro. Me envuelven y me ahogan en sus corrientes turbulentas. A esos ojos que me miran con dulzura, envueltos en momentos y recuerdos. Me atrapan con pétalos y me aprisionan en ellos. A ellos, que traviesos contemplo. A los que sin pensarlo me miran y me dejan lanzar un suspiro del otro lado del océano. A esos ojos que quisiera no dejar de ver, a esos que me gustaría guardar en un recuerdo y convertirlos en un instante eterno. A esos ojos que quiero que me miren, que cambian con el alma. A ellos que aparecen como una plegaria, como un milagro hecho mirada. a esos ojos con los que quiero soñar hoy.

Senti-Miento

Quisiera llevarme estas hermosas melodías a la tumba. Quisiera recordarlas por siempre y poder escucharlas eternamente. Desearía guardar las imágenes más hermosas que he visto por el resto de tiempo que queda. No del tiempo de mi vida, que es corto y pasa como el viento, arrasando con todo lo que encuentra. No, como el tiempo mismo, hasta cuando éste deje de existir y nos condene a vivir sin él. ¿Habría vida sin él? ¿Valdría la pena algo? ¿Nuestra conciencia nos abandonaría? Lo único que sé es lo que deseo: llevarme conmigo todos mis recuerdos, sonidos e imágenes, sensaciones. Explorarlos, revivirlos, saborearlos, verlos, oírlos, sentirlos. Quisiera llevarme esa tarde de lluvia en la que humedecí mis labios en los de ella. Quisiera robarme ese recuerdo y quedarme con él y no compartirlo (ni siquiera con ella). Esa hermosa puesta de sol, cuando todo lo que me rodeaba se tornó naranja. Ese dulce beso de mi abuela, mi primer amor verdadero, que me dejó un aroma a rosas que perduró du

No Muerto

A veces camino como si estuviera muerto. Sin sentir nada, sin reír, sin llorar. Camino, pero mis pasos no recorren un espacio, simplemente se mueven sin sentido. Respiro y mi corazón late, pero mi estómago no se revuelve. Mi piel no se eriza. No hay pasión no hay dolor, no hay sueños. Parpadeo pero mis ojos no enfocan nada cerca, nada a lo lejos. Vivo pero en medio del vacío del silencio. Respiro soledad y en mis venas lágrimas. No hay estrellas, ni luna ni sol. No hay amaneceres ni atardeceres, ni estás tú.