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Doce Uvas



Una uva por la salud de mi familia,
por la de mis amigos y la de mis allegados.
La segunda porque sus comidas se mantengan abundantes,
que su apetito se satisfaga.
La tercera por las sonrisas y los buenos momentos,
los que esperan en el año que viene.
La cuarta es por los viajes,
porque la maleta no se quede guardada en casa.
La quinta por la buena suerte,
que nos acompañe cada segundo del año.
La sexta por la buena compañía,
que nunca estemos solos.
La séptima por la magia del mundo,
porque siempre nos rodee con su aura.
La octava por el amor,
porque nuestros corazones estén llenos de él.
La novena por tus sueños,
para que todos se cumplan y se conviertan en realidad.
La décima por mi país,
para que las cosas mejoren y salgamos adelante.
La undécima por las metas,
para que lleguen a completarse y nos hagan más felices.
Otra, la última para que el año que viene
pueda verte al menos una vez.



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Dorado

El océano dorado me acompaña inunda mi retina y llega a mi mente. Dorado, el sol como un rey se asoma. Dorado como tu alma, como el brillo de tus ojos mirando al cielo. En este atardecer que baña todo con el oro tus ojos se convierten en faros de mi corazón, y tu sonrisa como barrotes dorados  que encierran tu dulce voz para que no escape, para que no embruje el universo como lo has hecho con mi alma. Déjame ser como el dorado, brillante, esplendoroso, imponente. Como las luciérnagas que en medio del ocaso  nos escriben algo a lo lejos, algo que, quizás, no sea un adiós. 

Colombia Soy

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129

Detrás de los espejos rotos, detrás de ellos escucho tu voz. Esa melodía que me guía entre fragmentos, que me lleva a través de episodios muertos, de momentos que son imágenes del pasado. Recuerdos deformados por el lente de los años que no dejan lugar al sentido común.