Durante abril de 2010 una nube de ceniza se posó sobre el norte de Europa. Algunos aeropuertos estuvieron cerrados durante algunos días. El 21 de abril, además de ser mi cumpleaños número 31, viajaba a Copenhague y, hasta el día anterior, el aeropuerto de esa ciudad se encontraba cerrado. Pensé que no iba a poder viajar pero, de repente, el aeropuerto fue abierto y fueron reactivados los vuelos. Mi viaje se desarrolló como si no hubiera existido ninguna nube de ceniza, como si nada lo hubiera afectado. Me pregunté la razón por la cual no se había aplazado mi vuelo después de 6 días de viajes represados. Un amigo me dio una posible respuesta: "Es posible que prefieran continuar con los vuelos normalmente mientras ubican a las personas que no han podido viajar. Con esto consiguen, por lo menos, no represar aún más vuelos sino que van cumpliendo normalmente con los otros.". Pensé en el blog y me pareció buena idea aplicar ello a mi diario. Muchas cosas han ocurrido últimamente, y sería interesante poder registrarlo cuando todo ha ocurrido recientemente, ya habrá tiempo para narrar algunas historias del pasado. Con eso podré llenar de más detalles los eventos que van sucediendo a diario. Muy pronto narraré mi aventura en dos tierras espectaculares que ya había visitado anteriormente: la bella ciudad de Palma de Mallorca y Copenhague en Dinamarca. Todos estos viajes girando alrededor de la celebración de mis 31 años, una semana llena de nuevas experiencias, de reuniones entre amigos y de cosas interesantes. Muy pronto empezaré a narrar esta aventura.
Una expresión muy utilizada para refererirse a conversaciones sin sentido, donde las palabras salen un poco por inercia, pero sin reflejar absolutamente nada. He tenido cientos de estas conversaciones. Muchas las he iniciado yo, algunas las ha iniciado alguien más. No había conocido esa expresión hasta hace poco. Un besugo es un pez que vive en el Mar Cantábrico, así que podría justificar el no haber conocido aquella expresión. Me he imaginado a dos besugos frente a frente, tratando de mirarse y moviendo sus bocas, conversando animadamente: -¿Qué piensas? -Nada del otro mundo. -Bien. -¿Te parece? -Mmm, a ratos. -¿Sí? -Podría ser. -Mmm, entiendo. -Esas cosas pasan. -¿Cuáles? -Estar pensando en nada del otro mundo. Bueno, no es una imagen muy interesante... ver dos peces hablando de cosas sin mucho sentido. Hay un momento que me incomoda, me fastidia un montón, y es aquel en el que el silencio se convierte en el rey del lugar. Ahí es cuando salta el besugo que habita en mí, cuando me sal
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