Preciosa flor de la meseta,
aún recuerdo las veladas que compartimos,
cuando disfrutábamos de las noches estrelladas,
cuando los astros eran tus ojos.
Extrañaré aquello en mi futuro.
Aquello de lo que estabas hecha.
Una sinfonía de placeres,
de delicias hechas mujer.
Extrañaré tu compañía, tu cuerpo y tu esencia...
Y el reloj de arena marca nuestro destino.
Sólo nos queda el inmediato,
nos queda el presente.
Un beso darte
en el futuro.
aún recuerdo las veladas que compartimos,
cuando disfrutábamos de las noches estrelladas,
cuando los astros eran tus ojos.
Extrañaré aquello en mi futuro.
Aquello de lo que estabas hecha.
Una sinfonía de placeres,
de delicias hechas mujer.
Extrañaré tu compañía, tu cuerpo y tu esencia...
Y el reloj de arena marca nuestro destino.
Sólo nos queda el inmediato,
nos queda el presente.
Un beso darte
en el futuro.
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