Ir al contenido principal

Amor

Te miro y me pregunto por las noches
la razón de haberte encontrado en mi camino.
Eres el cielo que me muestra ese misterio,
el hallarte tan embriagante como el vino
es la causa que me llevará al cementerio.

Tus ojos brillan como hermosas estrellas
que de la noche han escapado para verme.
Ellas me muestran con claridad el mundo,
que en otras ocasiones ha parecido temerme
cuando a mi felicidad le da un no rotundo.

Los sueños que realizo al estar junto a ti
son la esperanza que me hace querer respirar.
Tus labios me embriagan y me pierdo en ellos,
tus ojos me acribillan con su tierno mirar
y solo puedo refugiarme en tus cabellos.

Tus manos tibias hacen recorrer
la sensación de escalofrío en mi interior.
Tu piel es la culpable de poseer
ese temor que no creía anterior
a conocerte, y es que te pueda perder.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dorado

El océano dorado me acompaña inunda mi retina y llega a mi mente. Dorado, el sol como un rey se asoma. Dorado como tu alma, como el brillo de tus ojos mirando al cielo. En este atardecer que baña todo con el oro tus ojos se convierten en faros de mi corazón, y tu sonrisa como barrotes dorados  que encierran tu dulce voz para que no escape, para que no embruje el universo como lo has hecho con mi alma. Déjame ser como el dorado, brillante, esplendoroso, imponente. Como las luciérnagas que en medio del ocaso  nos escriben algo a lo lejos, algo que, quizás, no sea un adiós. 

129

Detrás de los espejos rotos, detrás de ellos escucho tu voz. Esa melodía que me guía entre fragmentos, que me lleva a través de episodios muertos, de momentos que son imágenes del pasado. Recuerdos deformados por el lente de los años que no dejan lugar al sentido común.

130

Ella se desvanecía en el alba, se diluía entre los instantes, como quien nunca hubiera estado ahí, como si su existencia fuese un capricho de mi mente, como si sus latidos solo fueran el tictac de un reloj que me recuerda que el tiempo sigue su continuo paso.