sintiendo la brisa cálida en nuestros rostros.
Mirándonos el uno al otro como si nada existiera.
Sintiéndonos como si se tratara de otros
y con la luna que se convierte en nuestra compañera.
Hace muchas noches hacemos lo mismo
y disfrutamos las veladas en este lugar.
Nuestras esperanzas fueron al futuro y con flores regresaron.
Nos demostraron que es imposible dejarnos de amar
y que todo dolor y toda pena nos abandonaron.
Al aparecer el sol por el horizonte me pregunto
cuánto tiempo más pasará de esta manera.
Si con el tiempo el sol dejará de brillar
o si por el contrario brillará más en esta era
y que en nuestro mundo, paz podamos hallar.
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