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Otoño

El sol se marcha a su exilio y el frío empieza a invadir mi mundo gris. Los árboles se desnudan impertinentes y mi cuerpo se sacude con el viento. Ha llegado el otoño y mis lágrimas nuevamente se congelan. Mi corazón reposa frío en su tumba, cuando los vientos soplan en mi contra. Pero es otoño, y el calor de mi vida aún no se marcha. Así mis sueños e ilusiones se hayan ido, así mi corazón repose frío en su tumba. Ayer el verano nos mostró su rostro desafiante, hoy solo quedan vestigios de su calor. Ayer el sol se movía en el cielo, descarado y hoy lleno de vergüenza tras las nubes se oculta. Ha llegado el otoño y del verano no queda el más leve recuerdo. El frío invierno nos espera en breve, los dulces sueños ya no invaden mis noches y mi corazón reposa frío en su tumba .

Viernes Suicida

Los castillos de hielo que algunos construimos son fuertes por fuera, por dentro son fríos, pero solo hace falta un poco de calor para echarlos abajo. Tristemente debo admitir que la situación que me ocurrió en vida se debe a algo así. Si mal no recuerdo, desde que tenía conciencia había empezado a crearlo, echando ladrillos sobre esa construcción, sintiendo que lo deseaba más grande, más fuerte, mas cerrado. Sus muros me permitían ver hacia afuera, pero todo se veía deformado, como imitaciones de las cosas del mundo real. Extrañas y ridículas figuras aparecían delante de mí haciendo que me refugiara en los lugares más oscuros y recónditos de aquel lugar. Las mañanas eran frías, y las noches lo eran aún más. El sol trataba de traspasar los gruesos muros, generando así solo un leve resplandor dentro del castillo. Allí sentía que podía vivir toda la eternidad, como si el tiempo no fuese importante allí adentro. Con el tiempo muchos trataron de tirarlo abajo, con sus ataques destruct...

Versos sin Nombre

Escribo estos versos sin nombre para recordar tu belleza. Escribo estos versos extraños para remembrar mi certeza. Lo más valioso has sido tú, con tu efímera travesía por mi vida. Desde que te conocí agonizo esperando llenar mi rutina vacía. Eres lo más precioso que ha pasado. Lo que mis sentidos recuerdan con anhelo. Mis manos, mis ojos, mi boca están esperando que se les quite el velo que por mucho tiempo puesto tendrán. Recuerdo tus ojos y río sin parar, recuerdo tus manos y escucho tu calor. Ansío ver tus labios para poderlos besar, espero oír tu voz para hallar el valor de poder decirte lo que te quiero contar. Mis noches encuentran eco en la eternidad. Mis días llenos de soledad se encuentran. Espero que algún día te pueda hallar y después de eso tranquilo me puedo marchar recordando mi efímera existencia. Todo esto es solo una ilusión: el tiempo nuestros cuerpos marchitará. Las palabras el tiempo no podrá a...

En el momento indicado

Me gusta contemplarte. Ver tus ojos, tus labios. Sentir tu respiración y los latidos de tu corazón. Me gusta recordar tu sonrisa, aquella que me acompaña en mi mente. Me gusta pensar en tu rostro, siempre en armonía, como las notas de una deliciosa melodía. Ocurriste justo cuando debías hacerlo. En el momento indicado, en el minuto señalado por las arenas del reloj. Sucediste en el lugar exacto, en donde el mapa mostraba como el sitio apropiado. Todo fue perfecto... ojalá me hubiese ocurrido a mí.

A Través de la Ventana de un Autobús

El cielo se empezó a teñir de rosa y el frío empezó a abandonar las calles. El pequeño Jaime asomó su nariz desde la puerta de su casa y acto seguido salió al exterior. Un frío recorrió su cuerpo y le hizo temblar. Abandonar aquel refugio y salir a la aventura era una experiencia nueva para él. Por primera vez salía a un largo viaje y aún el sol no había salido esa mañana de primavera a acompañarlo. Cuando su cuerpo se acostumbró al frío del exterior, Jaime empezó a correr como si su vida dependiera de ello. Tenía prisa en llegar a su destino, no quería retrasarse. Un par de manzanas más allá estaba la parada de autobús. Al llegar allí encontró a otro niño que miraba distraídamente hacia el cielo. El pequeño que miraba hacia arriba tenía el cabello castaño y ondulado, y era de piel trigueña, un contraste con Jaime que tenía el cabello rubio y liso, y la piel blanca. Cada vez había más luz. Jaime le sonrió y acto seguido le extendió la mano: - Hola. Mi nombre es Jaime. - Hola. Mi ...

Lo que pudo ser

Lo que pudo ser y no fue es un segundo perdido entre las manecillas de un reloj, es una gota de miel entre el océano. Lo que pudo ser y no fue es la sal en el fondo de mis lágrimas y el retazo de alma flotando entre mi corazón. Es la bruma saltando en mis recuerdos. Lo que pudo ser es una corta noche, cuando la luna eclipsa al sol, un instante en medio de la nada. Lo que fue y no pudo ser es un recuerdo en la maraña de mi mente, una habitación cerrada a cal y canto, un sueño hecho polvo en un reloj de arena.

Vida

Tan efímero es nuestro paso por el mundo, tan breve como el parpadeo de un ángel. El instante nos separa del mañana, del futuro, del destino, del porvenir. Nuestros sueños saltan entre esos dos mundos, entre el ahora y el después. Parpadeo y los átomos agonizan delante de mis ojos. En un suspiro los universos desaparecen, los soles se desvanecen y los planetas nacen. Cuando doy un paso, las orugas se convierten en mariposas y las hormigas detienen su camino. Solo importa este instante, este fragmento del ahora.