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Melancolía

Tras aquellos perfumes rotos de recuerdos,
tras las caricias desvanecidas por el tiempo.
Envejecidas las imágenes de ayer,
enrarecidos los suspiros del pasado.
Allí dormita aquel demonio de nombre Melancolía.

No hay más tiempo que el que avanza hacia adelante,
ni más camino que el que está frente a nosotros.
Atrás quedaron los pasos que dimos.
Que no despierten al demonio de su sueño,
que no nos tienten sus ronquidos a mirar.
Que no despierte y nos atrape
y nos enrede en sus tentáculos
y nos asfixie con su peso.
Que no maldiga nuestra senda con perfumes rotos
ni con caricias desvanecidas.

Que se mantenga bajo el sueño
donde sueña ser un sueño
y no Melancolía.

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