como tus provocativos labios monstrándome el silencio.
Rojo, como el fruto prohibido del paraíso de tu alma,
como mi sangre burbujeante en vísperas del placer.
Rojo, como el color de la luna una noche oscura,
eclipsada por mi ser, como un ojo escarlata en el cielo.
vigilando al mundo y sus noches.
Déjame ser como el rojo,
intenso, profundo, indomable.
Como los pétalos que unidos se encuentran en la rosa,
así tú y yo nos encontramos esta noche.
Rojo, como el corazón del fuego.
Nuestras pasiones laten en los sueños de un zorro
que en medio de la noche, sigiloso,
se marcha envuelto en la oscuridad,
sin decirnos adiós.
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