Déjame verte reflejando la luna.
Tu respiración, como la brisa,
trae los aromas de otras tierras,
y tu piel es tibia.
Reposas como las tranquilas aguas de un lago,
bajo una sábana que ondea al viento.
Las olas de seda dirigiéndose a las costas de mi cordura.
Tu cabello esparcido sobre la almohada
como si de un manantial de deseos se tratara.
Soy el guardián esta noche de tu reposo.
Te veo desde la orilla de tus sueños,
sus aguas misteriosas me llaman y me tientan.
Tu cuerpo bajo las sábanas refleja la geografía de mis deseos.
Mi ser se encuentra deseoso de explorarte,
de recorrerte de principio a fin.
Quiero hacer un mapa
para no volver a perderme en tus ojos.
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