Ella se desvanecía en el alba,
se diluía entre los instantes, como quien nunca hubiera estado ahí,
como si su existencia fuese un capricho de mi mente,
como si sus latidos solo fueran el tictac de un reloj
que me recuerda que el tiempo sigue su continuo paso.
se diluía entre los instantes, como quien nunca hubiera estado ahí,
como si su existencia fuese un capricho de mi mente,
como si sus latidos solo fueran el tictac de un reloj
que me recuerda que el tiempo sigue su continuo paso.
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