Ir al contenido principal

Entradas

Alborada

Al salir el sol por el horizonte me pregunto qué será de tu vida. ¿Hace cuánto tiempo dejé de verte? ¿Mi corazón ya de ti se olvida? ¿En cuánto tiempo nos espera la muerte? Nunca fuiste mía y nunca lo serás, mis manos nunca tomarán las tuyas. Mis versos simplemente pasarán y se irán y muy posiblemente despues intuyas que mis palabras de amor siempre para ti serán. Anhelo sentir un beso de tus labios rojos, sueño con verte entre mis brazos un día. Extraño mirarte y tocarte con mi mirada. Deseo calmar mis ansias de sentirte todavía, de respirar tu aliento tibio en medio de la nada. Quizá algún día puedas ver en mí un amante, a un amigo, a un hermano, a un amor. Tal vez en un momento sientas todo lo que siento pero mientras tanto me quedo solo con mi dolor, con mis palabras y frases con sentimiento.

Quizás

Quizás mañana el sol salga más brillante y las nubes blancas adornen el cielo jugando a ser una figura o un momento. Quizás las rosas rojas deleiten nuestros sentidos y el verde se extienda hasta donde nuestros ojos alcancen. Quizás haya un arcoíris a donde miremos y se refleje en los ojos llenos de esperanza. Quizás mañana los sueños estén tocando a nuestra puerta y empiecen a corretear por la casa con sus pies mojados. Quizás espero mucho de la vida.

Lluvia y Tempestad

Lloviendo, el cielo canta con voz de riachuelo, las gotas traviesas se deslizan por la ventana. un océano improvisado en la calle. Los barquitos de papel inician la batalla. Tus cabellos me recuerdan el viento salvaje, los remolinos que se llevan todo a su paso. Los relámpagos brillan en tus ojos iluminando con destellos el ocaso. Eres lluvia y eres tempestad, eres salvaje y eres calma, eres sueño y eres realidad. eres ocaso y eres alba. Suspiros golpean a tu puerta. Sé que te encuentras allí, del otro lado. Quisiera sentir tu lluvia y tu tempestad pero la puerta nos mantiene aislados.

Latidos del Tiempo

Tictac, los relojes avanzan. Silenciosa su marcha, son pasos que llevan a la tumba. Suena el paso del tiempo: Los segundos arrastrando sus pies moribundos, es el único sonido en estas horas muertas. El universo ha enmudecido en el génesis del día. Cuento los latidos del tiempo, son sesenta los pasos que me llevan al mismo punto. Avanzo en círculos en medio del infinito. Las agujas se desafían en una carrera. La pequeña llega de última, pero terminan en el mismo punto al final del día. Un suspiro que demora un segundo, o dura quizás un poco más. Al final no importa mucho cuánto se mantiene, porque nuestro tiempo ya pasó. Tictac.

Cayendo

Cayendo, cayendo. Nada bajo mis pies. Un nudo en mi garganta, mi estómago flotando. Vacío alrededor de mí, cayendo cada vez más rápido. Nada bajo mis ser, nada bajo mis pies. Un segundo convertido en una eternidad, Todos los sonidos son uno y son nada, se convierten en viento. Nada para sostenerse, mis manos se aferran al aire. cayendo, cayendo. Mi ser no vuela, solamente cae. Solo desciende cada vez más profundo, cayendo, cayendo.

Amigo

Un día se marchita la última hoja de nuestro árbol, desnudo enfrenta el duro invierno. Las ilusiones encerradas en la dura corteza y el corazón frío en tinieblas interiores. Un día nuestro último sueño se cumple o irremediablemente fracasa. Nuestros pies dan el último paso sin importar que sea o no el final del camino. Un día el último pétalo cae de la rosa, moribunda deja de ser bella, deja de existir. La última lágrima brota de nuestros ojos sin importar que sea de alegría o de tristeza. Un día, yo dejaré de respirar y todo lo que haya sido dejará de ser. Todo se esfumará, menos lo que he compartido. Lo que tú y yo compartimos en el pasado. A ti, mi cercano amigo, gracias por compartir tu existencia conmigo. Por escuchar mi voz cuando necesitaba hablar, por ofrecerme tu consejo cuando requería de él. Cuando se marchite la última hoja de nuestro árbol un corazón cálido habitará en su corteza. Cuando nuestros pies den el último paso será del camino que recorrimos, amigo mío.

Si fueras...

Si tus ojos fueran dos estrellas atravesaría el espacio para alcanzarlos. Si ellos fueran dos perlas me sumergiría en lo más profundo de los océanos para hallarlos. Si tu sonrisa fuera un tesoro me covertiría en pirata para robarla, surcando los mares. Si fuera una corona me convertiría en un rey para obtenerla, conquistando reinos. Si tu cuerpo fuera un valle lo recorrería por completo sin mapas ni brújula. Me perdería por sus senderos, por las montañas, los descensos, andaría sin rumbo. Me perdería entre tus aguas, me perdería para siempre. Si fueras lluvia saldría a dejarme invadir por tu presencia. Si fueras la noche te exploraría en medio de mi insomnio, en medio de mis horas en vela.