Hace mucho tiempo las estrellas dibujaron su nombre y el tiempo empezó a correr. La belleza empezó a danzar, a tomar forma de un bello ser. Girando entre la multitud de la nada los colores aparecieron. El rojo se convirtió en sus labios y el blanco tomó forma en su sonrisa y su cabello, la oscuridad presente. El caos lo reinó todo a su alrededor, creó con astucia su alma pura. La música apareció de repente llenó de acordes el universo y llenó su voz de dulzura. El tiempo llegó girando y la rodeó con deseos. Le dio el don de hermosearse con cada ciclo lunar, con cada día, con cada lluvia. Con cada lágrima, con cada gota de sudor. Finalmente las palabras la bautizaron, cayeron como un río y bañaron su piel, la llenaron con su magia. Le dieron el nombre con el que el mundo las amaría: MUJER
Pertenecemos a nuestros actos, a nuestros días, a nuestros sueños. Mis ideas siempre han sido como un montón de moscas viajando de un lado para otro, en desorden. Es hora de encender una luz para atraerlas a todas