Los dos bajo este árbol, una tarde.
Yo, contando tus cabellos y tú,
tú tan silenciosa como siempre,
suspirando con los ángeles.
El universo entero reposando bajo los árboles,
solo el sol en la cúspide nos acompaña,
jugando a filtrarse entre las hojas,
jugando a pintarse en tu piel desnuda.
Esa tarde, con el sol como testigo de nuestro encuentro,
reflejando sus rayos en tus ojos
y solo el viento sonando en la distancia.
solo tú, el viento, el sol y yo.
me gustan mucho tus poemas Pope. Un saludo
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