Nuestros juguetes eran nuestros soldados,
eran nuestros héroes y villanos.
Cualquier experiencia era inolvidable,
cualquier historia irrepetible,
digna de ser contada a las demás generaciones.
Cada juguete nuevo era un tesoro,
el especial del que jamás nos olvidaríamos...
jamás lo haríamos.
Cuando éramos niños
nuestras peleas terminaban en abrazos,
en reconciliaciones especiales.
Cuando fuimos niños
creíamos que podríamos hacer cualquier cosa,
conseguir todo lo que queríamos.
Qué tontos fuimos
cuando éramos niños.
Qué felices fuimos
Muy bello, mi querido amigo. "Seamos de nuevo seres primitivos que poniendo las manos delante de una flor roja, logran sentir calor"
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