Tu aliento me abadonó.
Tu sonrisa, tus ojos se marcharon.
Recuerdos en mi mente,
viajo a ellos para volver a verte,
para abrazarte y no dejarte ir nunca,
para evitar que el destino te aleje de mis besos...
pero ya estás muy lejos.
Extrañaré tu voz
pero tu calor vive en mí.
Una parte de ti se quedó conmigo
pero una parte de mí se fue contigo.
El momento del adiós siempre es incierto
pero el separarnos es inevitable.
Quisiera haberte dicho adiós,
quisiera haberte abrazado y no dejado marchar jamás.
Pero te marchaste, ocultándote en la niebla,
te fuiste a donde no pude seguirte.
Escuché tus pasos perderse en la distancia
y mi garganta se quebró en miles.
Mis pasos se quedaron solos.
Entre las sombras mis lágrimas caen
como una tormenta en mi alma.
Tu aliento me abadonó.
Tu sonrisa, tus ojos se marcharon.
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