Ir al contenido principal

Agonía


Las mariposas en mi estómago agonizan,
revolotean buscando cómo salir.
Pronto todas estarán muertas.
Ellas pronto dejarán de sufrir
pero mi destino se irá a tierras inciertas.

Cuando pienso en cómo acabaron las cosas
me pregunto qué pasó de malo entre los dos.
Hace tiempo que nuestras vidas se separaron
y el silencio que me ofrece ahora tu dulce voz
es suficiente para ver que los sueños terminaron.

Espero que tu vida sea llena de prosperidad,
la mía aún estoy intentado rescatarla.
Por un mundo lleno de oscuridad mis días vagan
en el camino buscando la esperanza
de encontrar algo que mis desdichas deshaga.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dorado

El océano dorado me acompaña inunda mi retina y llega a mi mente. Dorado, el sol como un rey se asoma. Dorado como tu alma, como el brillo de tus ojos mirando al cielo. En este atardecer que baña todo con el oro tus ojos se convierten en faros de mi corazón, y tu sonrisa como barrotes dorados  que encierran tu dulce voz para que no escape, para que no embruje el universo como lo has hecho con mi alma. Déjame ser como el dorado, brillante, esplendoroso, imponente. Como las luciérnagas que en medio del ocaso  nos escriben algo a lo lejos, algo que, quizás, no sea un adiós. 

129

Detrás de los espejos rotos, detrás de ellos escucho tu voz. Esa melodía que me guía entre fragmentos, que me lleva a través de episodios muertos, de momentos que son imágenes del pasado. Recuerdos deformados por el lente de los años que no dejan lugar al sentido común.

130

Ella se desvanecía en el alba, se diluía entre los instantes, como quien nunca hubiera estado ahí, como si su existencia fuese un capricho de mi mente, como si sus latidos solo fueran el tictac de un reloj que me recuerda que el tiempo sigue su continuo paso.