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Sórdido

Camino entre el humo y los vapores, entre los alientos cercanos, en el erotismo del momento, entre aquel oscilante deseo. Florece la memoria en un segundo: aquellos aires con aroma a recuerdos, aquel minuto visto entre la niebla. Sueños hilados entre los ires del destino, tejidos con las agujas de un reloj mudo. El futuro como un océano profundo cuyas aguas embisten o acarician en su oleaje de obvia incertidumbre. Ya no hay más sueños cuando solo flotas, cuando solo habitas entre las aguas de la inconsciencia, entre un brindis tras otro y otro más, entre miradas sórdidas en medio de una ruleta, entre extrañas distorsiones de lo visto y lo no visto y un suspiro que rebota entre recuerdos y se escapa entre las paredes muertas de la conciencia.

A Martín

Pequeña luz, semilla de ángel. Cristal frágil sobre la arena que será el más fuerte diamante. Bajo las manecillas creces, tus manos cada vez más en alto. Espero que alcances las estrellas y todo lo que desees y anhelas. Tus ojos son un faro, me ayudan a recordar la meta, me retornan al camino, a mis nuevos sueños, iluminan mi senda. Con cada paso existes, con cada momento aprendes, con cada tropiezo avanzas, con cada sueño eres. Martín: bajo mi sombra creces, bajo tu sombra sueño.

Vespertina

Caminan los sueños sobre la arena, murmullaban las olas. Los suspiros convertidos en vientos, mi navío estremecido tras la tormenta. Flota, flotamos en la tarde silenciosa lo hacemos, sobre el vaivén de indecisas aguas, sobre lo que anhelamos y lo que tenemos. Un cielo espléndido. Un sol sobre aquella tarde, aquella tarde que va y viene sobre las olas del tiempo. Todo parece cíclico, todo encerrado en un instante, uno que se repite sobre las olas... Un instante que termina siendo esa misma tarde.

Las estaciones

Los juguetes, las tardes de juegos, los árboles, el sol, los sueños, la luna, los raspones, ropa sucia, las guerras, los muñecos, caramelos, las ilusiones... Los cabellos, los besos, las caricias, las mieles, las traiciones, el deseo, la carne, la piel y los suspiros, el sudor, las lágrimas, gemidos, las pasiones... El pasado, el ayer, los nudos, lo hecho, lo que no, desnudos, lo soñado, los fantasmas, los anhelos, melancolía, la nostalgia, los desvelos, los recuerdos... El temblor, el ocaso, el frío, la soledad, desvelo, desvaríos, los pies pesados, las manos débiles, cabellos blancos, piel ajada y el olvido... Y todo vuelve a iniciar bajo otra piel.

Entre tu piel y mi piel

Si las palabras no encienden, no son lo suficientemente seductoras. Si las miradas no acarician, no están siendo tan dicientes. Entre las pieles, los deseos no se improvisan, solo se sienten, se recorren. Una alquimia perfecta entre tu miel y mi saliva, sueños expuestos en tu geografía y mis palabras. Fragmentos de lirios convertidos en deseo. cabellos enredados en mis dedos, perfumes embriagando voluntades, deseos poseyendo nuestros cuerpos. Una última explosión, un epílogo. Gritos, sudor, esplendor. Caricias, el diluvio finaliza, y ahora sólo existimos entre tu piel y mi piel.

Teme

Teme, teme por tu alma. Eso que dijeron que tenías dentro. Eso con lo que sentías, con lo que podrías condenarte a una eternidad. Una eternidad en el fuego, una eternidad en la oscuridad. Que si luego resulta que no hay nada dentro, que solo es un deseo de trascender, de vivir eternamente, no pierdes nada. Porque tu alma, eso que temes que sufra, eso que deseas que sea feliz por siempre, no habría existido. Por eso teme a las cosas que haces que aquellos que te dicen que no las hagas esperas que no las hagan, y que al final esperas que aquellos que las hacen se quemen en el infierno, vivan en una eterna oscuridad. Teme, mi amigo a lo diferente.

Reflejos

Reflejos entre fragmentos, un espejo quebrado. Una ilusión convertida en astillas, un beso perdido entre destellos. Al tratar de ver los segundos reflejados Trato de verte ayer... Sólo veo el mundo distorsionado, sólo puedo ver algo roto, en el pasado. He tratado de juntar las piezas, de ver nuevamente lo que encierran. Solo veo momentos rotos, una imagen perdida, en el tiempo confundida. Realidad diluida entre instantes. imágenes puestas, una sobre otra, el ayer sobre el hoy, el verte ahora y antes de ayer... Y tú, envuelta entre reflejos.