Teme,
teme por tu alma.
Eso que dijeron que tenías dentro.
Eso con lo que sentías,
con lo que podrías condenarte a una eternidad.
Una eternidad en el fuego,
una eternidad en la oscuridad.
Que si luego resulta que no hay nada dentro,
que solo es un deseo de trascender,
de vivir eternamente,
no pierdes nada.
Porque tu alma, eso que temes que sufra,
eso que deseas que sea feliz por siempre,
no habría existido.
Por eso teme a las cosas que haces
que aquellos que te dicen que no las hagas
esperas que no las hagan,
y que al final
esperas que aquellos que las hacen
se quemen en el infierno,
vivan en una eterna oscuridad.
Teme, mi amigo
a lo diferente.
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