Doy dos pasos en la oscuridad,
me pierdo entre los sonidos de las sombras
y el latido de un corazón lejano.
Entre los rastros de ecos arrastrados hasta hoy.
La incertidumbre de las horas,
de los días sin luz ni oscuridad,
de las voces sin rostro delante de la cortina del hoy.
Ciego, en medio de un suspiro infinito.
No puedo ver sobre lo que camino
ni lo que espera a mi existencia delante de mis pasos.
Solo puedo seguir caminando
y no quedarme solo, en medio de la oscura duda,
refugiado del futuro y de sus dádivas,
dentro de las que también está mi muerte
como un trofeo sin esperanza.
No hay inmortalidad en mis letras,
solo un eco que espero que viaje más allá de la cortina del presente.
me pierdo entre los sonidos de las sombras
y el latido de un corazón lejano.
Entre los rastros de ecos arrastrados hasta hoy.
La incertidumbre de las horas,
de los días sin luz ni oscuridad,
de las voces sin rostro delante de la cortina del hoy.
Ciego, en medio de un suspiro infinito.
No puedo ver sobre lo que camino
ni lo que espera a mi existencia delante de mis pasos.
Solo puedo seguir caminando
y no quedarme solo, en medio de la oscura duda,
refugiado del futuro y de sus dádivas,
dentro de las que también está mi muerte
como un trofeo sin esperanza.
No hay inmortalidad en mis letras,
solo un eco que espero que viaje más allá de la cortina del presente.
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