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En el principio...

Muchas cosas han ocurrido desde mi llegada a tierras europeas en el verano de 2008. Muchas cosas desde que aquel 19 de julio bajé de un avión aún aturdido por el viaje, aturdido por las cosas que había dejado atrás, por todo lo que estaba a un océano de distancia. Pronto se cumplirán dos años y debo confesar que ha sido una época interesante en mi vida, colmada de nuevas experiencias, de conocer un montón de cosas. Esta es mi primera experiencia con un blog propio. Contaré un poco de mi vida, de lo que hago, de lo que escribo. Nunca he podido ser disciplinado con algún proyecto, ahora espero serlo con este. Ya veremos hasta dónde nos lleva este viaje por los rincones de lo ocurrido, como mirar hacia el pasado para apreciar al mundo y lo interesante que se ha puesto la vida. Habrá mucho por contar, espero que te encuentres allí para leerlo.

Comentarios

  1. El héroe nunca sabe donde inician sus aventuras, sabe a donde se dirigen sus acciones.

    Me alegra que iniciaras esta narracion "Master of Popes"!

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Dorado

El océano dorado me acompaña inunda mi retina y llega a mi mente. Dorado, el sol como un rey se asoma. Dorado como tu alma, como el brillo de tus ojos mirando al cielo. En este atardecer que baña todo con el oro tus ojos se convierten en faros de mi corazón, y tu sonrisa como barrotes dorados  que encierran tu dulce voz para que no escape, para que no embruje el universo como lo has hecho con mi alma. Déjame ser como el dorado, brillante, esplendoroso, imponente. Como las luciérnagas que en medio del ocaso  nos escriben algo a lo lejos, algo que, quizás, no sea un adiós. 

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Detrás de los espejos rotos, detrás de ellos escucho tu voz. Esa melodía que me guía entre fragmentos, que me lleva a través de episodios muertos, de momentos que son imágenes del pasado. Recuerdos deformados por el lente de los años que no dejan lugar al sentido común.

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Ella se desvanecía en el alba, se diluía entre los instantes, como quien nunca hubiera estado ahí, como si su existencia fuese un capricho de mi mente, como si sus latidos solo fueran el tictac de un reloj que me recuerda que el tiempo sigue su continuo paso.